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viernes, 31 de mayo de 2013

LA PLANTA TERMOELÉCTRICA DE LECHERÍA.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El siguiente, es un texto que escribió el Ing. J. K. Jennings, quien fue Subdirector Técnico en la entonces Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., hacia finales de la quinta década del siglo pasado. Por su interés, reproduzco en su totalidad la “Planta Termoeléctrica de Lechería”, para el mejor conocimiento respecto a la manera en que funcionaba esta emblemática instalación, que con los años, llegó a conocerse –y lo sigue siendo- como la “Termoeléctrica Ing. Jorge Luque Loyola”.

J. K. Jennings.

   La planta termoeléctrica de Lechería, se encuentra aproximadamente a veintidós kilómetros de la Ciudad de México y fue construida por la Compañía de Fuerza del Sureste de México, S.A., subsidiaria de la Compañía de Luz.

   Esta planta generadora forma parte del sistema interconectado de las Compañías Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. y subsidiarias, al cual están también conectadas las plantas del sistema Miguel Alemán de la Comisión Federal de Electricidad. El sistema interconectado, con capacidad total de más de 500,000 KW suministra energía eléctrica al Distrito Federal y estados circunvecinos. En la zona adyacente a la planta, se han concentrado industrias de vital importancia para la vida económica del país y el establecimiento de esta unidad asegura la continuidad del servicio.

   Su capacidad inicial es de 66,000 kW, pero ha sido diseñada para una capacidad de 132,000 kW. La importancia de esta planta, que viene a complementar el conjunto de unidades hidroeléctricas y termoeléctricas que forman el sistema interconectado de que se ha hecho mención, puede apreciarse si se le compara con la planta más grande con que cuenta actualmente la República Mexicana, que es la de Necaxa con capacidad de 115,000 kW.

Vista aérea de la planta de Lechería a finales de 1954.

   El equipo instalado tiene las siguientes características:

   Suministro de agua. El Suministro de agua proviene de tres pozos con un promedio de 170 metros de profundidad y una producción de 4,000 litros de agua por minuto cada uno. A plena carga cada unidad generadora consumirá 3,500 litros de agua por minuto.

   Combustible. El combustible que se usa en las calderas es gas natural o petróleo crudo tipo industrial. Se cuenta con dos tanques de almacenamiento de petróleo combustible con una capacidad de ocho millones de litros cada uno y con facilidades que permiten descargar simultáneamente 30 carros-tanque de ferrocarril.

   Las dos unidades instaladas consumen trabajando a plena carga en las 24 horas del día, aproximadamente medio millón de litros de combustible que equivalen a catorce carros-tanque de ferrocarril. Los tanques de almacenamiento tienen una capacidad de reserva para un mes de operación.

   Calderas. La instalación actual incluye dos calderas acuatubulares, una para cada unidad generadora. Cada caldera tiene una capacidad de evaporación de 150 toneladas de vapor por hora a una presión de 63 kilogramos por centímetro cuadrado y 485 grados centígrados de temperatura. Estas calderas son del tipo intemperie de acuerdo con la práctica más moderna en instalaciones termoeléctricas a vapor y tienen control automático de combustión. Hasta la fecha son las calderas de mayor capacidad que existen en el país.

   Unidades turbo-generadoras. Las dos unidades turbo-generadoras instaladas tienen una capacidad máxima de 33,000 kW, -42,000 K.V.A.- cada una.

 
Álabes de las turbinas. Disposición que nos permite observar las 21 ruedas de impulso.
Col. Griselda Guevara (q.e.p.d.).

   Las turbinas son del tipo de impulso de un solo cilindro para operar a una velocidad de tres mil revoluciones por minuto. Tienen también una rueda de reacción de doble paso y veintiún ruedas de impulso. Las paletas están hechas de una liga de acero al cromo, la cual es extremadamente resistente a la oxidación y erosión del vapor. La velocidad periférica de la última rueda es de mil diez pies por segundo –más de mil kilómetros por hora-.

   Es notable lo reducido del diámetro y la longitud de la unidad en relación a la potencia que desarrolla. El peso total de la turbina sin condensador es de 86 toneladas; el peso de las masas rotantes es de 28 toneladas y el del estator del generador eléctrico –la pieza individual más pesada-, es casi de cien toneladas.

   Los generadores eléctricos son enfriados por hidrógeno en circuito cerrado. Las unidades cuentan con los últimos aditamentos de seguridad. El voltaje de generación es de 11.5 kV.

   Equipo de condensación. Los condensadores de vapor de escape se encuentran inmediatamente debajo de cada máquina. Cada uno de ellos pesa en servicio diento diez toneladas, y tiene 2,750 metros cuadrados de superficie de condensación con 5,460 tubos de bronce de 7/8” de diámetro y pasan aproximadamente 1.8 metros cúbicos de agua por segundo a través de los tubos.

   Torres de enfriamiento. Las dos torres de enfriamiento de agua que miden 49.25 metros de largo por 10.25 de ancho, están construidas de cedro rojo de California. Cada torre cuenta con cinco ventiladores de tiro inducido, los cuales están accionados por motores de 50 C.P. cada uno. El efecto de enfriamiento en las torres es de 7.8 grados centígrados.

   Equipo auxiliar. Dará una idea el número y amplitud de los servicios auxiliares necesarios para la operación del equipo principal, el hecho de que hay 141 circuitos eléctricos para operar dicho equipo.

Tableros de control supervisados por personal especializado.

   Edificios. Aunque el objeto principal en el diseño de los edificios de la planta para proteger el equipo ha sido estrictamente de orden funcional con bajo costo de mantenimiento, ha sido posible introducir algunos detalles arquitectónicos en estos proyectos, los cuales han mejorado grandemente la apariencia general de la planta. Bajo nivel de ruido, iluminación eficiente y ventilación adecuada proporcionando temperaturas confortables en la planta y oficinas, aseguran condiciones inmejorables de trabajo para el personal.

   En general, la planta termoeléctrica de Lechería, que requirió una inversión de ochenta y ocho millones de pesos, cuenta con el equipo más moderno en su género, por lo que se le considera como una de las más importantes de América Latina y justo orgullo de nuestra Compañía.

Fuente: Revista LyF, año I, N° 5, enero de 1955, p. 5-7.
 
NOTA:

Si desea entrar en contacto con el autor de estos trabajos de investigación, recopilaciones, y demás asuntos relacionados con la reconstrucción de la historia de Luz y Fuerza del Centro, o simplemente conocer su obra, con gusto lo remito a la "liga" en que aparecen sus datos curriculares:


En la cejilla "Acerca del autor", se encuentran todo mi perfil profesional, así como un archivo PDF que reúne toda mi obra, publicada desde 1987 y hasta nuestros días.

Muchas gracias.

jueves, 30 de mayo de 2013

EXCURSIONES A NECAXA.

LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.



Necaxa, Pue. 1955. Col. Griselda Guevara (q.e.p.d.) 

   Inicio de los viajes de visita a la planta Necaxa. El primero de ellos se llevó a cabo el 8 de enero de 1955. (Los viajes tendrán lugar los SÁBADOS y DOMINGOS, en grupos de 90 personas, y se utilizarán 3 autobuses con cupo para 31 pasajeros c/u, los cuales saldrán a las 7 hs. en punto de la mañana, de la Terminal de los Autobuses de Oriente, Buenavista Nº 9).

   Con una experiencia como esta, ¿qué se decía al respecto por aquella época?

   Siguiendo el plan trazado por la Empresa, el sábado 8 de enero se llevó a cabo la primera de las excursiones a Necaxa organizadas con el propósito de que los trabajadores y sus familiares conozcan la central hidroeléctrica más importante del país. Asistieron al primer viaje trabajadores de diversos departamentos, acompañados de sus familiares, quienes formaron un entusiasta grupo de alrededor de cien personas. La salida fue a las siete de la mañana a bordo de tres cómodos camiones de pasajeros. Cada camión era atendido por un funcionario de la Empresa encargado de informar a los invitados con respecto al recorrido, así como de contestar aquellas preguntas que los mismos formulasen como meros turistas. Cada unidad iba provista de café, refrescos, cuentos de viaje y periódicos.

   A su paso por Pachuca se sirvió un ligero desayuno para llegar finalmente a Necaxa al filo de las once de la mañana.

   A lo largo de todo el paseo se hizo notar la magnífica atención que se brindó a los excursionistas. La primera demostración de simpatía la tuvieron en Necaxa donde fueron recibidos con una salva de aplausos por una comisión de trabajadores encabezados por el Ingeniero Alfonso Bravo, Superintendente de la División.

   El ambiente se iba haciendo, al paso de las horas, cada vez más cordial, más afectivo. El buen humor campeó sin necesidad de estímulos artificiales y se prodigaron los comentarios acerca de la estupenda belleza del paisaje y de las conquistas industriales que la Empresa ha materializado en ese rincón de ensueño.

   El señor Ingeniero Bravo presentó a los guías encargados del itinerario y que fueron los señores Bazaldua, Uribe y Callejas, trabajadores de la División de Necaxa.

   En consecuencia, se formaron tres grupos perfectamente coordinados que visitaron los túneles subterráneos, las casas de fuerza y las subestaciones. Antes y después de la comida desfilaron ante los ojos complacidos y risueños de los paseantes las magníficas instalaciones de Necaxa, Tepexic y Patla. Los vasos de almacenamiento y la modernísima subestación de El Salto. Todo el cuadro escénico de la Cuenca con sus depresiones, sus profundas cañadas y su estupenda arboleda de coníferas lucieron esplendorosas durante todo el día.

Reportaje gráfico, aparecido en la Revista LyF, año I, Nº 6, febrero de 1955. 

   La comida se celebró en el campamento de La Mesa. Las esposas de los funcionarios de Necaxa recibieron con camelias y con grandes muestras de alegría a las damas de la excursión. La comida, jubilosa, transcurrió entre comentarios elogiosos y porras. El Ing. Bravo al dar la bienvenida a los excursionistas, dijo: “…interpretando los deseos de la Empresa y de los trabajadores de Necaxa, doy a ustedes la bienvenida. Agradecemos su visita y deseamos que su estancia sea feliz. Recibimos con los brazos abiertos a compañeros y amigos que laboran en otro lugar, pero en la misma Empresa”.

   En seguida tomó la palabra el señor Ingeniero José Rivera R., Director Administrativo, para ofrecer un saludo a nombre de los señores Draper y Maryssael y decirles que el objeto fundamental de estas excursiones es darles a conocer el primer centro industrial de la Compañía.

   Mario Sotelo Gil, del Departemento de Cobranzas, agradeció a nombre de los viajeros el recimiento y las atenciones que les fueron prodigadas, así como la oportunidad de conocer las grandes obras de la Compañía en Necaxa.

   A las seis de la tarde, después de la visita de Patla nos despedimos de Necaxa, habiendo dejado esta primera excursión entre los que tomaron parte en ella, un recuerdo imborrable.

   Para la Compañía es un motivo de gran satisfacción contribuir al solaz de sus trabajadores con estas giras, las cuales se espera que no solamente tengan un efecto saludable en lo físico sino que fortalezca los lazos de amistad entre ellos y haga patente la unidad de propósitos que en materia de trabajo animan a la Compañía y sus colaboradores.

Fuente: Revista LyF, Año I, N° 6, de febrero de 1955, p. 1 y 2.
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¿CÓMO SE CONCIBIÓ LA IDEA PARA CONSTRUIR EL EMBLEMÁTICO EDIFICIO DE “VERÓNICA?

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA

 POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Además de que los siguientes datos ya forman parte del “anecdotario electricista”, no está por demás recordar, hoy que es 31 de mayo la efeméride respectiva. Ya veremos por qué.

   Transcurrían los días finales de 1954, y los primeros de 1955. La entonces Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. contaba con una serie de edificios e instalaciones desde los cuales se realizaban diversas actividades con vistas a dar servicio a la población concentrada en la zona centro del país. Uno de los que funcionaron por largo tiempo fue el de las calles de Gante N° 20, cuya construcción se remonta a los años de 1921 y 1922, mismo edificio que hoy día se mantiene en pie y tiene ya otros fines, al servir para una institución bancaria. Sin embargo, el crecimiento, la expansión que la propia empresa iba manifestando día con día, fue generando la necesidad de buscar un edificio de mayores magnitudes, capaz de concentrar en una sola instalación un conjunto diverso de departamentos, gerencias y demás dependencias convirtiéndose en el corazón y el cerebro de toda la empresa, con objeto que desde ese punto se tomaran las más importantes decisiones.

   Fue por eso que un grupo de técnicos encabezados por el ingeniero Alfonso Fernández del Busto, entonces Subdirector Técnico de la Empresa, se dieron a la tarea de estudiar un programa de construcción de edificios de largo alcance, los cuales dieran albergue –en el futuro-, a las oficinas principales de la Compañía de Luz.

El edificio “Verónica” durante su proceso constructivo. Ca. 1957. Col. del autor.

   Dicho programa incluía aparte de las oficinas generales, área de laboratorios, talleres, almacenes y garaje. Para poner en marcha un proyecto que luego se materializó, el grupo de apoyo que dirigió el Ing. Fernández del Busto estuvo acompañado por los arquitectos consultores FRANCISCO & JACOBUS de la ciudad de Nueva York, así como los arquitectos Manuel y Carlos Ortiz Monasterio, cuyo bufete se encontraba en la ciudad de México.

   Meses más tarde, y precisamente al transcurrir el 22 de agosto, El Ing. Gustave Maryssael puso la primera piedra para la construcción del edificio Luz y Fuerza en Verónica.

   El nuevo edificio representó una inversión de 20 millones de pesos y se calculaba que en año y medio quedarían terminados los trabajos, siendo uno de los más modernos, útiles y amplios de la ciudad de México.

   El moderno gigante se levantó sobre un predio de 15,350 metros cuadrados con una superficie construida de 29,000 metros cuadrados incluyendo los dos cuerpos de que consta, uno de ocho y otro de cuatro pisos, ambos con sótanos.

   Planeado para contar con lo más avanzado de las instalaciones de aquella época, se consideró, entre otras cosas: las escaleras eléctricas y elevadores, ventilación a presión con aire purificado, garage, restaurante, auditorio, sala de juntas, biblioteca y sala de proyecciones. La obra fue encargada a los arquitectos Manuel Monasterio e Hijos en lo que respecta a la proyección, siendo la Constructora “Maya, S.A.” la realizadora.

   Finalmente, para el 31 de enero de 1958 fueron ocupadas por primera vez las instalaciones del edificio “Verónica”, Colonia Tlaxpana, en el Distrito Federal.
 
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viernes, 24 de mayo de 2013

UN RECUERDO DE LOS PASILLOS DEL EDIFICIO “VERÓNICA”.

LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Si no me equivoco, esta imagen, fue tomada poco tiempo después de que el entrañable edificio de “Verónica” se estrenara el 31 de enero de 1958. Por aquellos días ya lucía en estos términos. Parece ser que corresponde al cuarto piso, donde últimamente se encontraban, entre otros la “Planoteca”, y si no me equivoco al fondo estaba la Gerencia de Transmisión y Distribución.

Col. Griselda Guevara (q.e.p.d.)

   La banca que aparece a la derecha en el comienzo del largo pasillo, era el sitio para encuentros diversos, espacio para detenerse un momento a platicar y concluidas aquellas conversaciones, cada quien regresaba a su sitio de trabajo, mientras pasaban de uno y otro lado otros tantos compañeros que iban para esta o aquella otra oficina…
 
NOTA:

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LA PLANTA HIDROELÉCTRICA DE TEPUXTEPEC.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   En esta ocasión, me ocuparé de la planta hidroeléctrica de Tepuxtepec, según lo que puedo apreciar en la Revista LyF del año 1954.[1]

   En la región noroeste del estado de Michoacán, casi en los límites de los estados de México y Guanajuato, está situada la planta hidroeléctrica de Lerma, que por su importancia ocupa el segundo lugar en el sistema de plantas hidroeléctricas de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., y subsidiarias, después de la de Necaxa.

   La construcción de esta planta en la división de Tepuxtepec, fue el resultado del compromiso que contrajo la Compañía de Fuerza del Suroeste de México, S.A., el 5 de octubre de 1926, con el Gobierno Federal. Este compromiso estipulaba que antes de promover el desarrollo hidroeléctrico de Valle de Bravo, se daría preferencia a la construcción de la planta de Lerma, en Tepuxtepec.

   En efecto, la Compañía de Fuerza del Suroeste de México, S.A., constituida legalmente por escritura de fecha 26 de octubre de 1922, se organizó con el fin de construir obras de tipo hidroeléctrico en la zona de Valle de Bravo, San Nicolás o Cutzamala y San José o Asución Malacatepec, en el Estado de México. Una vez otorgadas las concesiones, la Compañía presentó los planos relativos al proyecto general de las obras, los que fueron aprobados por la Secretaría de Agricultura el 20 de enero de 1926.

 


   Por esa época, la Comisión Nacional de Irrigación a instancia del Presidente de la República, había proyectado la construcción de la presa de Tepuxtepec, para evitar en lo posible las inundaciones que constantemente asolaban la región. Ante la urgencia de resolver el problema, las autoridades propusieron a la Compañía la ejecución de estos trabajos, que en principio declinó ejecutar, por el interés que significaba para ella la construcción de obras propias, ajustadas a sus requerimientos industriales.

   Se celebraron frecuentes pláticas, se examinaron y discutieron los términos de la concesión y al fin la Compañía se comprometió a dar preferencia a las instalaciones hidroeléctricas de Tepuxtepec.

   El 5 de octubre de 1926, se otorgó a la Compañía de Fuerza del Suroeste de México, S.A., la concesión de las aguas del Río Lerma y corrientes tributarias, para generar energía eléctrica desde el lugar denominado Tepuxtepec, cerca del Salto del Remolino.

   Se iniciaron las obras con la construcción de la gran presa de Tepuxtepec, bajo la supervisión del ingeniero Louis C. Hill, reputado como una de las figuras de la ingeniería civil en los Estados Unidos, donde dirigió la construcción de las enormes presas del Elefante, Roosevelt y Gibraltar, en Nuevo México, Arizona y California, respectivamente. Además, un eficiente cuerpo de ingenieros de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., tuvo importantísima participación en la realización de esta monumental presa, cuya capacidad de almacenamiento es de 370 millones de metros cúbicos de agua, distribuidos en su nivel máximo en una superficie de 38 kilómetros cuadrados, aproximadamente.


   El trabajo intenso continuó; la Compañía de Fuerza del Suroeste de México deseaba terminar estas construcciones antes del plazo convenido con la Comisión Nacional de Irrigación, para proseguir con el desarrollo hidroeléctrico de Valle de Bravo; los resultados no pudieron ser más satisfactorios; el año de 1931, uno antes de la fecha fijada, entraba en operación la planta de Lerma con dos unidades de 26,000 kW cada una.

 

   En 1949 se instalaba una tercera unidad, la que se puso en servicio a principios de 1950, con lo que la capacidad total instalada de dicha planta aumentó a cerca de 80,000 kilovoltios.

   Así surgió Lerma, la planta hidroeléctrica más importante con que cuenta la Compañía de Luz, después del Sistema de Necaxa.

   En los últimos tiempos, Lerma contaba con estas características técnicas:

Caída estática: 194 m.

Seguía manteniendo las unidades N° 1, 2 y 3.

TURBINAS.

Sus fabricantes fueron: J. M. Voith y Morgan Smith.

La capacidad de cada una era (1 y 2) de: 34,000 CV; 3: 39000 HP.

GENERADORES.

Fabricante: (1 y 2): Siemens S.W.; 3: General Electric.

Capacidad nominal (kW): (1 y 2): 24700; 3: 24300.

Total en kW: 73700

Capacidad en kVA: (1, 2 y 3): 27,000.

Capacidad total: 81000 kVA.

R.P.M.: 514

Voltaje: 10500. 

Las fechas de entrada en servicio ocurrieron en octubre de 1930 –para las unidades 1 y 2-; en marzo de 1950 para la unidad N° 3.

Fechas de entrada en servicio a 60 Hz.

Unidad N° 2 y 3: en enero de 1974.

Unidad N° 1: en febrero de 1974. 

He aquí el esplendor de una de las unidades generadoras en Tepuxtepec.


[1] Revista LyF. Año I, N° 4, de diciembre de 1954, p. 21-24.

miércoles, 22 de mayo de 2013

UN DÍA COMO HOY… 23 DE MAYO DE 1959.


EFEMÉRIDES… UN DÍA COMO HOY… 23 DE MAYO DE 1959.
 
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Es inaugurada la “Ciudad Deportiva” o unidad deportivo-social de la División de Lechería del Sindicato Mexicano de Electricistas, con la asistencia del Presidente de la República, Sr. Lic. Adolfo López Mateos. Entre sus instalaciones cuenta con cuatro frontones de dimensiones reglamentarias, dos más para jugar pelota a mano, dos canchas de basquetbol y un campo de futbol.
   Aquí, tres imágenes que corresponden a fechas que van de mayo a junio de 1968, y que pertenecen al archivo del autor. 

La llegada de muchas familias, por lo menos en mi caso, era un caso de extrema alegría. Por entonces, tomábamos unos camiones que se conocían como “Lagartijas”, por tener tres colores, el plateado, azul y oro. Llegar al balneario era tener también la oportunidad de apreciar con asombro inusitado la planta termoeléctrica “Ing. Jorge Luque”, apenas a unos metros del área de esparcimiento que aquí se evoca.


   “Lechería”, en el sentido de aquel balneario que sigue funcionando hasta nuestros días, representa una larga suma de anécdotas que hoy, con un nuevo aniversario de su inauguración, alcanza los 54 años de edad, conservándose en muy buen estado, gracias al empeño de la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas y a un importante contingente de personas que atienden diversos detalles de mantenimiento y administración.
 

Por las tres imágenes aquí compartidas. Col. del autor.

lunes, 20 de mayo de 2013

LA PLANTA DIESEL DE TACUBAYA.

CENTROS DE TRABAJO EN LUZ y FUERZA. ORÍGENES y DESARROLLO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Fue 1947 un año en donde nuestro país resintió una intensa sequía, aspecto que orilló, entre otras empresas a la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. a tomar una serie de medidas, entre las cuales se establecieron serias restricciones en el consumo de la energía eléctrica. Se llegó a dar el caso de que los niveles de agua en los vasos de las presas de Necaxa estuvieron en puntos históricamente bajos, lo que causó la consiguiente alarma.

   Tal fenómeno natural puso en un predicamento a la Compañía de Luz pues, al margen de sus efectos, la empresa tendría que seguir prestando sus servicios a clientes industriales y domésticos. Por tanto, esto significaba incrementar su infraestructura, la cual no dependiera precisamente del uso y consumo del agua, como uno de los elementos fundamentales para el proceso de producción y generación. Por tanto, la respuesta se encontró en una planta térmica generadora de fluido eléctrico, que no estuviera sujeta a la presencia de una temporada de lluvias estable.

   Cuando la empresa todavía contaba con subsidiarias, una de ellas, la Compañía de Fuerza del Suroeste de México, se echó a cuestas la construcción de la planta Diesel de Tacubaya, cuyos generadores trabajaban a base de combustible industrial. A un costado del predio del que luego y con el tiempo sería el “Almacén Tacubaya”, se encuentra un tramo importante de línea ferrocarrilera, misma que se aprovechó para el traslado del combustible mismo al gran complejo de la planta. 

Vista exterior de la planta Diesel de Tacubaya. Col. del autor.

   En diciembre de 1947 comenzaron los trabajos preliminares y el 22 de noviembre de 1948 se ponía en servicio la primera unidad Diesel. Posteriormente y con intervalos de treinta días, se incorporaron a la producción cinco máquinas más (fueron seis en total por aquel entonces), lo que representaba una capacidad de generación total de 31.500 kW. El Distrito Federal se beneficiaba con una nueva planta capaz de hacer frente a los trastornos originados por la usencia de lluvias normales.

   En su tiempo, esta planta fue la más grande del mundo dentro de su tipo y características. Se levantó en una superficie construida de 7,500 metros cuadrados, sobre un área de 20,000 metros. El combustible utilizado era un residuo de la destilación del petróleo que tenía muy escasos usos hasta entonces. Era el que en su momento se denominaba “combustible industrial”. Sólido a la temperatura ambiente, alcanzando el estado líquido a 140 °C. 

Sala de máquinas en la planta Diesel de Tacubaya. Ca. 1949. Col. del autor.

   Cada máquina contaba con doce cilindros con pistones de 736 mm. de circunferencia por 1.60 metros de altura. Su capacidad de combustión –llamado técnicamente “carrera”-, era de un metro de largo. En total, las seis unidades consumían 200,000 litros diarios de combustible, equivalente a seis carros-tanque de ferrocarril. Por otro lado, cada unidad demandaba para su lubricación, la cantidad de 13,500 litros de aceite. En la propia planta existían dos tanques de almacenamiento de combustible con capacidad de tres millones de litros y cuatro tanques más, de 30,000 litros cada una que contenían aceites y lubricantes. Existía también una torre enfriadora de agua y la infaltable casa de máquinas, cuya finalidad era la de limpiar el combustible de impurezas antes de que llegara a las unidades Diesel. Para que tal proceso funcionara correctamente, fue necesaria la presencia de 150 trabajadores.

   La energía producida se transmitía a la S.E. Tacubaya, misma que distribuía la energía a las industrias de la zona, mientras que el resto de tal beneficio se incorporaba al anillo subterráneo de 85 kV que rodeaba por entonces al Distrito Federal.

   Entre otros aspectos técnicos importantes para la época, cuando la frecuencia era otra a los actuales 60 ciclos por segundo, es que mantenía constante el factor de potencia para conservar el voltaje a nivel propio y uniforme.
 
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DIRIGENCIA SINDICAL Y EMPRESARIAL EN 1915.

LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Corrían los primeros días del año 1915. Apenas en diciembre anterior, una noticia de gran calado conmovía a la clase trabajadora de este país, cuando el Sindicato Mexicano de Electricistas se constituía como tal el día 13. Para el 14 de ese mes, ya era reconocido como tal, comenzando así su largo peregrinar que llega hasta nuestros días, enfrentando circunstancias de todo tipo. La más reciente, como todos sabemos, tiene que ver con la defensa que su dirigencia y toda la base, misma que se articula en lo que se conoce como “Resistencia”, procura defender –de ser necesario con la vida misma-, un derecho del que fuimos víctimas por parte del sexenio anterior.

   Como en un principio, en esos ayeres y como hoy, en esa realidad tangible y dura, ¡la lucha sigue!

   La presente imagen da cuenta de la manera en que dirigentes del SME y representantes de la entonces Mexican Light and Power Company, and Limited consolidaban la presencia de esta importante empresa y de su no menos importante sindicato.
 
 
Col. del autor.

miércoles, 15 de mayo de 2013

EDITORIAL.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Acostumbrados en estos tiempos a un nuevo discurso de la modernidad, esta abarca aspectos que se podrían considerar como “suicidas”. Y es que una de las últimas noticias que ha proporcionado el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, por sus siglas) deja a cualquiera “congelado”: Tres de cada 5 empleos en el país, en la economía informal.[1] La noticia además, viene acompañada de una gráfica que es el frío reflejo de la situación que viven muchas sociedades, en particular la nuestra, sometida a los dictados que esa “modernidad” encuentra en voceros como el Fondo Monetario Internacional o los gobiernos neoliberales que ya se ve, son capaces de plegarse a tan perversos dictados.

   México no ha sido la excepción en ese sentido –sigue diciéndonos el contenido de esta nota-, que “Dentro del universo de trabajadores sin acceso a ningún tipo de seguridad social, 13.7 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal, cifra que significó un aumento de 0.2 por ciento anual y constituyó 28.7 por ciento del total de ocupados (Tasa de Ocupación en el Sector informal). Adicionalmente, 2.1 millones de personas se desempeñaron en el servicio doméstico remunerado, 5.8 millones pertenecen al ámbito agropecuario y otros 6.6 millones a las empresas, gobierno e instituciones”.

   Todo parece indicar que este es el escenario que buscaban o pretendían los gobernantes, desde aquellos terribles sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, hasta estos últimos dos, el de Vicente Fox y Felipe Calderón, convencidos de una consigna fatal: la de terminar con la clase trabajadora y ponerla en manos de los nuevos sistemas-eje de la cosa laboral: el autsoursing,[2] y otros métodos que hoy avala la nueva Ley Federal del Trabajo.

   Tres días después, en el mismo diario, otra nota deja al descubierto el oscuro panorama del trato que reciben quienes tienen, hoy día que contratarse bajo estos métodos. Patricia Muñoz Ríos dice en su nota: “La reforma laboral ha multiplicado la subcontratación y el outsourcing, pues los empresarios mexicanos están abusando de estas figuras; además ha incrementado el despido de personal antiguo y suprimido el pago de salarios caídos en los conflictos obreros; está destruyendo el sistema de protección social, y no ha creado empleos como se prometió”.[3]

   En estos tiempos que corren, se veía venir un escenario como este, lleno de desencantos, capaces de afectar la vida laboral de cualquier trabajador dispuesto a entregar su mano de obra en cuanto asunto tenga que ver con su legítima supervivencia, que no es solo pensar en la manutención, sino en aquellos otros privilegios o derechos que se contemplan como los de la seguridad social, un buen salario, compensaciones. De todo lo anterior, y a la vuelta de los años, la justa jubilación y no un deterioro de sus aspiraciones en los últimos años de la vida.

   Qué tristeza, que coraje dan todo este tipo de acontecimientos los que, sumados a hechos tan injustos como los de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, misma que bajo el procedimiento de un improcedente decreto, sus propósitos nos lanzaron a la calle a cerca de 45 mil trabajadores, dejando en condición vulnerable a otro importante número de jubilados. Y todo esto ¿para qué? Si de la siguiente etapa, que era previsible en todo sentido, con el “patrón sustituto”, ni la CFE como “empresa de clase mundial”, ni su sindicato, del que hasta el momento no se ha pronunciado de manera firme y honesta al respecto, no se ha tenido una respuesta clara.

   A más de tres años y medio de aquel atentado a nuestra dignidad como trabajadores, ahora vienen a sumarse en forma descontrolada todos estos otros síntomas en donde no se aprecia ningún sistema de justicia, ni tampoco la seguridad jurídica para los trabajadores.

   En ese sentido, la reportera del diario aquí consultado sigue apuntando:

   “La reforma (laboral) fue un instrumento orientado únicamente a abaratar la fuente de trabajo y el despido, y no resolvió problemas de fondo como la necesidad de contar con esquemas de contratación colectiva que favorezcan la concertación y el desarrollo productivo, una nueva política salarial o la transición a un sistema de justicia laboral que lleve a la desaparición de las juntas de conciliación y arbitraje.

   “En cambio, las mínimas reglas que se fijaron para regular la subcontratación y el outsourcing, además de que han sido ignoradas por los empresarios, estos las han utilizado para abusar de las formas de contratación. Incluso, las llamadas de empresas de servicios que subcontratan a ciento por ciento de su personal, crecieron como hongos y están destruyendo totalmente el sistema de protección social”.[4]

   Si este gobierno no va a ser capaz de encontrar el equilibrio en el tiempo que resta de su gestión, créanme que estaremos ante un malestar imposible de controlar. No alcanzaremos, a mi parecer las situaciones extremas que hoy se viven en España, por ejemplo, pero el malestar social irá en aumento.

   Señores del gobierno: Hagan su trabajo, pero piensen en el trabajo de los demás.

 

15 de mayo de 2013.

NOTA:
 
Si desea entrar en contacto con el autor de estos trabajos de investigación, recopilaciones, y demás asuntos relacionados con la reconstrucción de la historia de Luz y Fuerza del Centro, o simplemente conocer su obra, con gusto lo remito a la "liga" en que aparecen sus datos curriculares: 

 

En la cejilla "Acerca del autor", se encuentran todo mi perfil profesional, así como un archivo PDF que reúne toda mi obra, publicada desde 1987 y hasta nuestros días.
 

Muchas gracias.


[1] La Jornada,D.F., del sábado 11 de mayo de 2013, sección ECONOMÍA, p. 24.
La subcontratación, externalización o tercerización (del inglés outsourcing) es el proceso económico en el cual una empresa mueve o destina los recursos orientados a cumplir ciertas tareas hacia una empresa externa por medio de un contrato. Esto se da especialmente en el caso de la subcontratación de empresas especializadas. Para ello, pueden contratar sólo al personal, caso en el cual los recursos los aportará el cliente (instalaciones, hardware y software), o contratar tanto el personal como los recursos. Por ejemplo, una compañía dedicada a las demoliciones puede subcontratar a una empresa dedicada a la evacuación de residuos para la tarea de deshacerse de los escombros de las unidades demolidas, o una empresa de transporte de bienes puede subcontratar a una empresa especializada en la identificación o empaquetación.
[3] La Jornada, D.F., del martes 14 de mayo de 2013, sección POLÍTICA, p. 15. “Abusan empresarios de la subcontratación prevista en la reforma laboral: análisis”.
[4] Op. Cit.