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martes, 22 de noviembre de 2016

LUZ y FUERZA MOTRIZ PRESENTE EN JUNIO DE 1940. ELOGIO A TEPEXIC.

LA PUBLICIDAD DE LUZ y FUERZA A TRAVÉS DEL TIEMPO.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Toca el turno en esta ocasión rememorar a la entrañable planta de Tepexic, la siempre sufrida Tepexic, que en su seno ha recibido la descarga de al menos dos fuertes meteoros. Uno, el ciclón Janet entre el 28 y 29 de septiembre de 1955, y luego en 1999 con el paso de la depresión tropical N° 1 ocurrida entre el 4 y el 6 de octubre.
   La condición orográfica en donde se encuentra ubicada la planta de Necaxa ha sido un elemento natural al que diversos temporales como ciclones o depresiones tropicales han azotado en forma por demás violenta aquellos rumbos. Dos han sido los más furiosos: la depresión tropical que destruyó en su 100 por ciento a la planta de Tepexic en 1999 y el ciclón Janet cuyo furioso paso se dejó sentir en septiembre de 1955, y del cual se detallará tal circunstancia en la presente entrega.
   El ciclón Janet, que azotó Necaxa a finales de septiembre de 1955, originó la tempestad más severa sufrida en esa región en los 50 años de existencia de la Compañía.
   Los más altos funcionarios de la Empresa elogiaron sin reservas las atingentes medidas dictadas por los jefes técnicos del Departamento de Operación, así como la conducta de los empleados en Necaxa, cuya lealtad y habilidad evitó la interrupción de los servicios cuando aumentó la creciente de los ríos, a causa de las lluvias torrenciales que alcanzaron 295 milímetros el 29 de septiembre y amenazaron con dejar fuera de servicio el Sistema Hidroeléctrico de Necaxa.
   En una declaración conjunta, el Sr. William H. Draper Jr., Presidente del Consejo y el Ing. Gustave Maryssael, Presidente y Gerente General de la Compañ{ia, rindieron tributo a los hombres que se mantuvieron en sus puestos a pesar del posible peligro que la creciente representaba para sus personas.
   “Gracias únicamente a los esfuerzos de estos empleados quese mantuvieron firmes en sus puestos en Necaxa”, dijeron los Sres. Draper y Maryssael, “a las operaciones que ordenaron los ingenieros de la Empresa y a la inmediata disponibilidad de las plantas de generación térmica, pudo continuarse dando servicio sin interrupción”.
   “Nos enorgullecemos de contar entre nuestro personal con hombres de tal temple; acciones como las de ellos contribuyen poderosamente a cimentar la confianza entre nuestros consumidores por la seriedad y calidad siempre crecientes de nuestro servicio”.
   El huracán del Golfo, que azotó la región de Necaxa el 28 de septiembre y que perduró hasta el 29, causó intensas lluvias e inundaciones, habiendo llegado los ríos de la región a sus más altos niveles en los últimos 50 años.
   La precipitación pluvial registrada en diversos puntos del Sistema de Necaxa el 29 de septiembre fue la siguiente:

Localidad                         Mm.

Necaxa                             295
Tenango                            140
Nexapa                             206
Laguna                              221
Los Reyes                         159
Toma Laxaxalpan             199
Planta de Patla                  265

Revista LyF, Año II, N° 15, Noviembre 1° de 1955, p. 14-16.

   Al azotar el huracán la región de Necaxa, todos los vasos del Sistema estaban llenos, de suerte que la afluencia de agua producida por las lluvias torrenciales derramó en forma de creciente continua que alcanzó un volumen total de 27 millones de metros cúbicos durante un solo día, el 29 de septiembre. El vertedor de demasías de Necaxa Sur, cuya capacidad aproximada es de 900 metros cúbicos por segundo, derramó con una profundidad máxima de desfogue de 4 ½ metros aproximadamente. Sin embargo, el nivel de los vasos de Necaxa seguía aumentando rápidamente y, a fin de evitar que alcanzase el borde de la cortina, se adoptaron las medidas que juzgaron pertinentes.
   Al adoptar tales medidas, el personal de la Compañía pudo finalmente controlar los efectos de la creciente y a las 11 de la noche dejó de subir el nivel de las aguas cuando faltaba aproximadamente un metro para alcanzar el bordo de la presa de Necaxa y pronto comenzaron a bajar.
   A pesar del enorme volumen de agua, el equipo de la Empresa no sufrió mayores daños y no hubo interrupción en las operaciones de la Planta de Necaxa. Pero los derrames a través de Necaxa y Tenango arrastaron consigo enormes cantidades de piedras, troncos de árbol, etc., que obstruyeron el desfogue de la Planta de Tepexic y la toma del túnel de Patla. El nivel del agua en Tepexic subió lo suficiente para mojar dos de los generadores de la planta dejándola temporalmente fuera de servicio. Como la toma del túnel de Patla quedó obstruída, esta planta tuvo que interrumpir también sus servicios.
   La operación de la Planta de Tezcapa se interrumpió a causa de varios derrumbes en el canal de Tezcapa. La vía del ferrocarril desde el puente de Necaxa hasta la Planta de Tezcapa sufrió deslaves de consideraciones y debido a los derrumbes a lo largo de la carretera entre Tulancingo y Necaxa, el tránsito quedó interrumpido.
   Sin embargo, el nuevo camino que construyó la Compañía entre Mazacoatlan y Patla no sufrió ningún daño de consideración, a pesar de las fuertes lluvias. El sistema de drenaje de la Compañía arriba de la planta de Patla funcionó satisfactoriamente y en los alrededores no hubo ningún derrumbe.
   Tan luego como se calmó la tempestad, cerca de 1,100 empleados iniciaron los trabajos de reparación de los túneles, limpiando el desfogue de Tepexic y la entrada del túnel de Patla.
   Entre tanto, la Compañía y los habitantes del área central del país pudieron disponer, afortunadamente, de la capacidad generadora adicional de las plantas térmicas de Lechería y Nonoalco y de la planta Diesel de Tacubaya, que pudieron sobrellevar la carga. Sin esta generación térmica que inmediatamente substituyó los 100,000 Kw de generación hidráulica interrumpida por el ciclón, hubiera sido necesario restringir el uso de energía para la industria y quizá hasta para las poblaciones.
   La Compañía y sus trabajadores pueden estar satisfechos de que se haya contado con suficiente capacidad de generación de reserva y que el servicio al público pudo mantenerse sin interrupción a pesar de la situación que amenazó las plantas hidroeléctricas de la Compañía y que pasó inadvertida para casi todos los habitantes de la ciudad.
Fuente. Revista LyF, Año II, N° 15, Noviembre 1° de 1955, p. 14-16.

Lux. La Revista de los Trabajadores. Año XIII N° 6, junio 15 de 1940, p 42.

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